Observamos de Forma Distinta 

Silvia Becerril

“No vemos las cosas como son, sino como somos nosotros” – Talmud.

Hace unos años mi mamá me compró un caballo para participar en la escaramuza charra, su nombre “Pánfilo”. Era un caballo muy bonito pero muy rebelde, no tenía buen arriendo y había sido un caballo maltratado. Mi primer día al montarlo, el caballo se paró de manos, se estrellaba en la pared, y hacía todo lo contrario a lo que yo quería que hiciera.  La maestra le dijo a mi mamá que ese caballo “no servía” y que me tenía que comprar otro. A lo que mi mamá contestó “este caballo sirve porque sirve”, no había opción de comprar otro.

Así que me dí a la tarea de enseñarlo de cero montando sin albarda para que el caballo sintiera mis movimientos y aprendiera conmigo. Este caballo me hizo sufrir, se paraba de manos, se espantaba por todo y recuerdo que el caballerango llegó a tenerle miedo.

Te cuento esta pequeña anécdota porque mi observador está influenciado por estas experiencias, los sistemas que te dan origen como tu familia, escuela, trabajo, sociedad y religión definen ese observador que tienes que es único. De estos sistemas viene la definición de los juicios lo que es bueno/malo para ti. Un juicio es una opinión, un dictamen o un parecer. En este ejemplo la opinión de la maestra era que mi caballo no servía, totalmente opuesta a la de mi mamá que “el caballo serviría para mí”. La decisión de confiar en la opinión de mi mamá fue mía y se convirtió en mi reto personal, hacer de Pánfilo un gran caballo para la escaramuza.

Te has preguntado ¿qué juicios adoptados de tu pasado te están limitando o potencializando?

Identifica los juicios que colorean tú mundo para bien o mal y localiza de dónde viene el juicio. En mi ejemplo mi juicio sería: “Mi persistencia y esfuerzo, hace lo imposible posible”. Esta creencia la adopté con Pánfilo mi caballo, con el descubrí que el trabajo duro tiene una gran recompensa y que el amor lo puede todo.  Pánfilo venía de un contexto de maltrato, por lo cual el no se dejaba acariciar, su observador tenia ligada la imagen de una mano humana como una amenaza. Con mucha paciencia y cariño fui cambiando esta percepción de pánfilo y se volvió uno de los caballos más cariñosos que haya tenido.

Así como nosotros tenemos un observador que se basa en nuestro pasado, vivencias y experiencias, así mismo Pánfilo también lo tenía y lo más maravilloso es que pudo cambiar su observador conmigo, al igual que yo cambié con él.

Tú forma de ver el mundo puede contribuir al problema o a la solución.

Si la opinión que tienes de ti está llena de creencias limitantes como:  todo me sale mal, porque siempre me pasa a mí, no tengo las competencias para la posición etc.

¿Cómo crees que este observador te esté ayudando?  ¿De qué manera el pico del rinoceronte influye en el ambiente que observas?

El cambio de juicios o creencias te llevarán a cambiar tú observador, si estás dispuesta a hacerlo busca un coach que te guíe y ayude en el proceso.

Recuerda que la opción de evolución y desarrollo personal es tuya, sólo tú puedes cambiar si decides emprender el proceso de hacerlo que muchas veces es doloroso. Pero una vez cambiando internamente lograrás que te vean diferente, irradiarás otra vibra porque estarás más contenta contigo. Es parte fundamental de tú imagen ser fiel a tu esencia y el primer paso es un trabajo interno.

Hoy que veo en retrospectiva, Pánfilo me ayudó a trabajar mis miedos e inseguridades y hasta hoy lo recuerdo como mi maestro en desarrollar “coraje”.

¡Legendaria todas tenemos experiencias únicas que nos hacen auténticas, reta lo que no te gusta de ese observador y renuévalo!

¿Crisis?

¿Estás caminando tu camino en Congruencia? 

Julieta Huerta

Tu corazón está roto. No te sientes en casa. El mundo que conocías se derrumba y sientes que ha perdido algo preciado que te hacía sentirte “TÚ”. Sientes que algo te falta, una parte de ti. La vida no parece justa, amable o real. Quieres escapar, moverte de lugar. Sientes que nadie puede entenderte ya que nadie está parado donde tú. Te sientes en el lugar equivocado en el momento equivocado

PARA, RESPIRA, Considera que aquí es exactamente donde tienes que estar ahora.  Esta escena es la vida, con sus altas y bajas. El Universo no se “equivoca” solo parece “equivocado” en nuestra mente.

Sal de la película del pasado y futuro, tiempo y espacio, mejor atrévete a estar en el sagrado presente ya que este es el único que realmente existe. Siente tu presencia, la quietud en medio del caos del mundo.  Siente tu cuerpo latir con cada sistema que lo compone, vivo. Siente el peso del mismo también, como este es atraído al piso, queriendo tocar el corazón de la tierra, que le da gravedad. Siente tu corazón latir, tu estómago al inhalar y exhalar. Siente tus pies y lo sagrado de tu caminar, en fin, siente la vida abrazándote, este misterio que es la vida y abre tu corazón. 

El próximo paso sólo puede ser tomado desde esta aceptación, desde quien eres hoy, con lo bueno y con lo malo del camino, con todos los caminos recorridos, Relájate, aunque nos sepas cual es tu próximo paso, el paso aparecerá en su momento. Ahora necesitas reagruparte, retomarte y priorizarte.

Hoy te invito a caminar diferente, a saltar al vacío, a tolerar la incertidumbre, y desde allí, empezar a construir una vida donde te sientas satisfecho con tus propias acciones, viviendo los valores importantes para ti. ¡Da miedo, Si! Perseguir tus sueños siempre da miedo. Pero  puedes hacerlo aún con el miedo.

El verdadero camino siempre emerge, pero tu estate aquí acompañándote, tu corazón puede estar roto y tu hecha trizas pero siempre estas en el lugar correcto para la vida, para caminar diferente y decir basta, especialmente para desaprender esta  cultura donde AGUANTAR es sinónimo de valentía y madurez, donde hay que ser el bueno y se censuran muchas partes de la realidad y nuestra personalidad lo cual nos lleva a vivir a medias y en el miedo  sin entender el porque estamos deprimidos. La vida es un todo y hay que dejar de aguantar trabajos que no nos gustan, relaciones (padres, hijos, parejas) que nos lastiman y demás cosas que no queremos por que, si Aguantamos, dejamos de lado cosas que son valiosas para nosotros. Terminamos sintiéndonos pisoteados y no lograremos ser felices. 

  📷  Henrik Verle - Unsplash

La Líder Disruptiva 

Mariana B

Hace algunos meses realizamos una entrevista a un líder con mucha experiencia profesional en grandes empresas multinacionales y que ha estado en un constante crecimiento personal incluyendo el redescubrimiento de su lado femenino. En esa entrevista salió el término de “Líder Disruptivo”. Me encantó el término y quisiera elaborar un poco más sobre él para ver si te identificas con las características que añadimos al término.

Iniciemos pensando a la líder como una persona con aciertos y errores como cualquier ser humano. También pensemos en que la líder tiene  sueños, ideales, y una personalidad propia que la caracteriza. Todo ese conjunto es lo que la líder estará demostrando a los demás.

A partir de ese conjunto de factores la líder disruptiva mostrará de forma transparente su autenticidad. Alguien que se muestra tal como es, sin pretender ser alguien más, o en una pose todo el tiempo.

En esta autenticidad la líder disruptiva muestra su lado vulnerable, muestra su lado humano, no se ve a ella misma como un ser perfecto, por el contrario, que el conjunto de miedos y fortalezas, la hacen quien es.

La líder disruptiva ejerce sus capacidades de  persuadir e influenciar para apoyar a su equipo. Ejemplo, con las herramientas para influenciar podrá lograr que su equipo dé lo mejor de ellos mismos. Podrá persuadir a los demás de darle mejores condiciones laborales a su equipo.  

En el proceso de estar en contacto constante con su equipo la líder disruptiva escucha atentamente los sueños de los demás. Los entiende, comprende e internaliza. Ya que a partir de esos sueños podrán formar un sueño en común que ponga un rumbo claro para el equipo.

Durante el camino se toparán con piedras y habrá fracasos, la líder disruptiva se alinea con su equipo en los fracasos, se conversan, se platican, y se toman como aprendizajes para el siguiente intento.

En su desarrollo profesional, la líder disruptiva siempre muestra una gran certeza y convicción sobre sus ideales, sus valores, y su propósito. Lo que genera en el equipo la misma certeza del camino a tomar, genera la misma sensación de convicción sobre lo que se quiere lograr en conjunto.

Y siendo mujer, la líder disruptiva balancea su lado masculino y femenino. Sabe en qué momento su lado femenino necesita estar más presente: al crear, al generar ideas, al innovar; y cuando su lado masculino requiere salir más: al hacer, al cumplir con plazos específicos.

Seguiremos elaborando sobre éste término pero creo que es un buen comienzo para que todas nos vayamos identificando y generando este liderazgo que creo es muy necesario en estos tiempos.

Me gustaría cerrar con esta frase que me gustaría se llevaran todas, y que la pongan en práctica al momento de llevar su rol de líder disruptiva:

“This is the powerful and playful feminine who holds her ground, stands in her truth, and has fun while doing it” – Fanny Norling & Lovisa Alsen

📷  Joshua Fuller - Unsplash 

Hubo Vida  

Alil Flores

“Entonces entraron al cuarto de José Arcadio Buendía, lo sacudieron con todas sus fuerzas, le gritaron al oído, le pusieron un espejo frente a las fosas nasales, pero no pudieron despertarlo. Poco después, cuando el carpintero le tomaba las medidas para el ataúd, vieron a través de la ventana que estaba cayendo una llovizna de minúsculas flores amarillas. Cayeron toda la noche sobre el pueblo en una tormenta silenciosa, y cubrieron los techos y atascaron las puertas, y sofocaron a los animales que durmieron a la intemperie. Tantas flores cayeron del cielo, que las calles amanecieron tapizadas de una colcha compacta, y tuvieron que despejarlas con palas y rastrillos para que pudiera pasar el entierro”. (Gabriel García Márquez. “Cien años de Soledad”).

Este es uno de los momentos que más disfruté de esta obra que para mí es maestra, representativa de esa literatura que sembraba imágenes en mi cabeza para que luego mi imaginación las dibujara y convirtiera en arte guardado en mi alma. Desde ahí me llega, desde mi alma, despertado, sacudido por esta profunda tristeza que me deja la pérdida de mi ser amado, respetado y admirado: Don Carlos. En nuestra última videollamada él se disculpaba: “Ay hijita, discúlpame que el otro día no atendí tu llamada, es que estaba muy cansado”.  Seguramente a ustedes les ha tocado quizá, ver como la vida se va escapando poco a poco, como la vitalidad humana huye lentamente, sigilosa e inevitable. A quienes lo han captado, entendieron esa voz interior que nos golpea para decirnos que ese momento, que nunca quisiéramos que llegara, llegará. Así como una premonición, triste y dolorosa.

Hace un mes les relataba que festejaba la vida, mi reencuentro con el origen del todo: La tierra. El perdón y la reconciliación. Hoy, nuevamente me golpea este ciclo que termina precisamente donde empezó todo, nuevamente me recuerda que somos tierra, que volvemos a ella, al origen de nuestra existencia. Cuando alguien a quien amamos y con quien compartimos innumerables momentos extraordinarios, o no, “se apaga”, es inevitable realizar ese viaje en el tiempo que es nuestra memoria y entonces, hacemos una evaluación de esa persona, su vida, su comportamiento, su significado, y  llegamos a conclusiones personales que quizá disten mucho de la realidad, pero que para nosotros tienen validez. Miramos desde afuera como familiares y amigos, cercanos, lejanos y los metiches que nunca faltan, quieren opinar, ayudar, poner su “granito de arena”, pero lo cierto es, que nadie estamos preparados para una pérdida así y “a la hora de la hora” nadie sabe qué hacer.

Don Carlos era el padre, el abuelo, el bisabuelo, el tío, el primo, el suegro, el amigo, jugó tantos roles en la vida como le fueron asignados o los que él escogió. Yo no puedo juzgar si lo hizo bien o mal, solo sé que nunca se rajó, que la vida lo probó una y otra vez, y él supo salir adelante cada vez, a su modo, con sus propias herramientas humanas, le gustara a quien le gustara. Un roble, fuerte, orgulloso, frondoso, de esos “señores de antes”, así es como lo llevo grabado y es así como recorrió 92 años de vida, recién cumplidos ahora en mayo, se dicen fácil pero si yo con solo la mitad de años (y un poco más) a veces me tuerzo, no me imagino a esa edad.

Lo que en realidad les quiero compartir es: Que las personas que se cruzan en nuestro camino algo nos vienen a enseñar, a veces lo que debemos hacer, otras lo que no debemos hacer, a veces de manera directa se convierten en nuestros maestros y otras simplemente tiempo después nos llega el aprendizaje. Que no dejemos de decir a nuestros seres amados, eso, que los amamos, o que los admiramos, o que les perdonamos o lo que sea que llevemos en nuestro ser por ellos que valga la pena decir. Que el mejor día de nuestras vidas es HOY, las mejores oportunidades son AHORA y que el amor por nuestros seres que han trascendido es para SIEMPRE.

Mi querido Don Carlos que tenga un viaje maravilloso, que la luz lo guíe y que su alma esté en paz. Gracias por todas esas platicas de negocios, trabajo arduo y estrategias, por las porras que siempre me echó, por el orgullo que noté en sus ojos cuando le compartía algún logro mío, por la felicidad que le dio y que me contagió cuando compré mi primer auto cómo nos esponjamos como pavorreales, por esos tequilitas, por ese abrazo fuerte y honesto, por las comidas que ambos disfrutábamos mucho, por aceptarme como un miembro más de su familia y asi hacermelo sentir, por su cariño y por esas lágrimas que solo yo vi y que guardé en secreto. Gracias infinitas, lo llevo en mi corazón por siempre, para siempre, hasta siempre.

“Después de todo la muerte es solo un síntoma de que hubo vida”

(Mario Benedetti, “Rincón de Haikus”) 

📷  Zac Durant - Unsplash